Las estrellas en septiembre: Región Circumpolar II: Cefeo, Cassiopea y el Dragón
Nos enfrentamos al final del Verano, en este mes tiene lugar el cambio de estación, y como tal, nos encontramos también frente a un cambio en el cielo que podemos observar en el firmamento. Como la vida misma, hay momentos cargados de eventos, de noticias y de sorpresas; y otros periodos dominados por la tranquilidad y la rutina. Y en este mes de septiembre, vida y astronomía van de la mano también en esto. Salimos de los meses de verano en los que seguramente hemos disfrutado de unas vacaciones más que merecidas, de viajes, de reencuentros, de tranquilidad pero también de fiestas… y nos enfrentamos a la vuelta a la rutina, a la vuelta al trabajo, la vuelta al colegio de los niños, el mal tiempo, los días cortos y las noches largas. En el firmamento pasa algo similar. Pasamos de la majestuosidad de constelaciones como Sagitario o el Escorpión en dirección al centro galáctico, con la Vía Láctea mostrándonos toda su magnificencia, a la timidez, discreción y frío de constelaciones como Pegaso.
Pero en el cielo (al igual que en algunas facetas de la vida) esta transición se hace de manera gradual. Durante este mes aún tenemos la oportunidad de disfrutar de las constelaciones veraniegas al principio de la noche. Hacia el Oeste, a la caida de la noche, aún brilla exultante Arturo, la estrella más brillante del conductor de bueyes. Constelaciones como Hércules, la Lira, Escorpio o Sagitario, típicas del verano, van cayendo peligrosamente hacia el Oeste, pero aún pueden ser fácilmente observadas durante un buen rato, suficiente para que desempolvemos los artículos de meses anteriores y volvamos a visitarlas (o lo hagamos por primera vez). El avance de la noche nos empieza a ocultar la magnificencia de estas constelaciones, diseminadas a lo largo de la Vía Láctea, para dar cabida a un cielo mucho más árido y oscuro, con una ausencia prácticamente absoluta de estrellas más brillantes que magnitud 1. Las constelaciones de Acuario, Capricornio, Pegaso, Andrómeda o el Triángulo van ganando altura e importancia durante este mes, pero aún tendremos tiempo de visitarlas en los próximos meses. Ahora debemos de girar nuestros telescopios hacia el Norte, hacia la región circumpolar. Hace ya 6 meses que hablámamos de algunas constelaciones de esta región. Pues bien, en estos seis meses el firmamento «ha girado» 180º (realmente la Tierra es la que se ha trasladado alrededor del Sol) y nuevas constelaciones se nos presentan para ser admiradas.
Con sus 588 grados cuadrados de área en el cielo se encuentra en la posición número 27 de acuerdo a su tamaño. Se trata de una modesta constelación formada por estrellas poco brillantes, siendo su estrella más brillante Alderamin con una magnitud de 2.45. En esta constelación nos encontramos con Delta Cephei, el prototipo de las estrellas variables denominadas de tipo cefeidas que tan útiles son en Astronomía para calcular distancias. En esta constelación nos encontramos también Gamma Cephei, una bonita estrella doble altamente recomendable, bonita y fácil de observar.
En esta constelación no encontramos ningún objeto Messier, sin embargo podemos encontrar algunos objetos de cielo profundo débiles y modestos como:
- NGC7160: Un pequeño cúmulo abierto de magnitud 6.1 formando un triángulo con Alpha y Zeta Cephei.
- NGC7235 y NGC7261: Dos pequeños cúmulos abiertos de magnitud 7.7 y 8.4 respectivamente fácilmente localizables a partir de Zeta Cephei.
- NGC7023 (the Iris Nebula): Se trata de una nebulosa de reflexión con una magnitud aparente de 6.8 que se encuentra rodeando a un pequeño cúmulo abierto. La nebulosa se encuentra a unos 1300 años-luz de distancia.
Casiopea es probablemente una de las constelaciones más conocidas del hemisferio Norte. Con su forma en W o en M en función de la época del año en la que se observe y opuesta a la Osa Mayor con respecto a la estrella Polar nos permite localizar fácilmente ésta, y por lo tanto, el Norte. Casiopea básicamente está formada por una W, es decir, dos V’s o dos triángulos. Si cogemos el triángulo o la V más abierta y trazamos una línea recta que divida dicho ángulo por la mitad, acabaremos prácticamente en la estrella Polar.
Cassiopea se encuentra en la posición 25 en nuestro ranking de constelaciones más grandes gracias a sus 598 grados cuadrados. En esta constelación podemos encontrar diversos objetos de cielo profundo al encontrarse en plena Vía Láctea. Cabe destacar:
- M103: Bonito cúmulo abierto que se encuentra a unos 10000 años-luz de la Tierra y contiene unas 172 estrellas. Fácil de localizar debido a su proximidad con la Ruchback (Delta Cas) y a su magnitud de 2.65. La edad del cúmulo está estimada en unos 25 millones de años.
- M52: Se trata de otro bonito cúmulo abierto, bastante más débil que el anterior (magnitud 6.9) localizado en las afueras de esta constelación. Se encuentra a unos 5000 años-luz de distancia y se extiende por 19 años-luz (13 minutos de arco de diámetro).
- NGC457: También conocido como «the dragonfly cluster» (el cúmulo de la libélula), aunque a mí me gusta llamarlo el «cúmulo de ET» por su parecido con un muñequito un poco cabezón ;), espero que vosotros decidáis también observarlo y me digáis qué os parece. Se trata de un cúmulo abierto de magnitud 6.4 muy fácil de localizar a partir de Gamma y Delta Cas.
Estamos ante una de las constelaciones más espectaculares desde mi punto de vista, de hecho, es posible que este sea el único sitio que leais algo parecido, pero ya sabéis, para gustos… los colores. Eso sí, no os esperéis a ningún Targaryen a lomos de este dragón (upps, comentario friki), ya que más que un dragón parece una serpiente con cabeza, pero bueno, el parecido es razonable. El Dragón es la octava constelación en cuanto a tamaño en el cielo con 1083 grados cuadrados. Se trata de una constelación formada por estrellitas de poca entidad en cuanto a brillo se refiere, con estrellas más débiles que la magnitud 2.
Pocos son los objetos de cielo profundo que podemos destacar en esta constelación:
- M102: Se trata de una galaxia vista de perfil de la décima magnitud, no muy difícil de observar y localizar pero que no nos mostrará una visión espectacular más allá del hecho de estar observando una galaxia externa a la nuestra. Esta galaxia fue observada por primera vez por Charles Messier y Pierre Méchain en 1781. Se encuentra a unos 50 millones de años-ĺuz y cabe destacar su disco de polvo que la parte por la mitad… ¿sois capaces de distinguirlo?
- NGC6543 (C6): También conocida como la nebulosa del ojo de gato. Se trata de una de las nebulosas planetarias más bonitas para ser fotografiadas, pero es un verdadero desafío para observadores visuales ya que serán necesarios filtros, buenos cielos y grandes aperturas. Aunque tiene una magnitud aceptable (9), su gran tamaño en el cielo hace que su brillo superficial (el que importa a la hora de observar) sea realmente bajo.
Pues bien, hasta aquí el recorrido por el cielo de septiembre y en particular, por algunas de las constelaciones de la Región Circumpolar Norte. Hasta aquí mi trabajo y ahora llega vuestro turno, espero que aprovechéis los últimos días de buen tiempo y estas palabras para disfrutar del cielo del mes de septiembre. Y recordad, aunque septiembre puede parecer un mes triste, está en nuestras manos cambiarlo y convertirlo en un mes de ilusión, de comienzos y de nuevos retos.
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