Nuevas claves del fondo cósmico gamma
Observatorio de Rayos Gamma Compton. / NASA
El fondo cósmico de rayos gamma es la emisión de alta energía que se produce más allá de nuestra galaxia. Su estudio ayuda a avanzar en el conocimiento de la materia oscura, que supone un 26% del universo, según los últimos datos del satélite Planck de la ESA.
Por su parte, la materia ordinaria –la compuesta de átomos– solo representa el 5%. Los científicos consideran que en el universo puede haber partículas de materia oscura que se van desintegrando y forman parejas de partícula y antipartícula, que se aniquilan generando rayos gamma.
En este contexto un equipo internacional de investigadores liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha analizado los rayos gamma del fondo cósmico en el rango de los megaelectronvoltios (MeV), aproximadamente el doble de la energía de un electrón o a la milésima de la masa de un protón.
De esta forma han descartado que, como se creía, haya indicios de aniquilación de materia oscura en ese rango, según publican en The Astrophysical Journal. El equipo plantea que la explicación a esa emisión de energía se puede corresponder a los cuásares, es decir, a núcleos brillantes de galaxias lejanas que contienen gigantescos agujeros negros en el centro.
Los expertos han llegado a esta conclusión tras recopilar numerosos datos sobre objetos astrofísicos y realizar simulaciones que posteriormente se han contrastado con los registros observacionales, entre ellos los recogidos por el Observatorio de Rayos Gamma Compton de la NASA, lanzado en 1991.
En las simulaciones, los investigadores se han basado en la distribución de supernovas a lo largo del universo, ya que estas podrían explicar la emisión de rayos gamma en el rango de energía estudiado. Han considerado la emisión de rayos gamma de distintos tipos de galaxias.
“Hasta la fecha no se habían realizado unas simulaciones tan exactas”, señala Pilar Ruiz-Lapuente, investigadora del CSIC en el Instituto de Física Fundamental. “Al basar nuestros cálculos en los ritmos de producción de las supernovas y la distribución y luminosidad gamma de otros objetos a lo largo del universo, los datos más relevantes hasta el momento, hemos encontrado que los cuásares de espectro plano son los más compatibles con el tipo de emisión estudiado”.
El trabajo ha contado con la colaboración, entre otros, de científicos de la Clemson University (Estados Unidos), el Instituto Max Planck (Alemania) y el Institut de Ciències del Cosmos, de Barcelona.