La Universidad de Huelva participará en una misión espacial para estudiar el lado oculto de la Luna
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha la misión LUMIO (Lunar Meteoroid Impact Observer), en la que enviará a la Luna un pequeño satélite artificial, cuyo objetivo principal es detectar y analizar el impacto de rocas contra la cara oculta de la Luna.
Cuando miras al cielo y ves la luna, solo ves una parte de ella. La otra, la cara oculta de la luna, sigue siendo una gran desconocida para la humanidad. Y la importancia de su estudio se convierte en fundamental para la propia existencia del planeta Tierra.
La Agencia Espacial Europea (ESA) pone en marcha la misión LUMIO (Lunar Meteoroid Impact Observer) en la que enviará a la Luna un pequeño satélite artificial, cuyo objetivo principal es “detectar y analizar el impacto de rocas contra la cara oculta de la Luna”, explica el profesor titular de la Universidad de Huelva, e investigador escogido para el mismo, José María Madiedo.
La importancia de esta misión va más allá de lo que podemos imaginar, ya que “es imprescindible conocer con qué frecuencia se producen los impactos de meteoritos y sus consecuencias en la Luna, ya que puede ser un reflejo de lo que puede suceder en la Tierra”.
Y en esta misión, cinco son los científicos escogidos de todo el mundo para formar parte del Consejo Asesor Científico de la misión LUMIO. Dos científicos pertenecen a la NASA, uno a la propia Agencia Espacial Europea, otro al centro aeroespacial ruso y el profesor de la UHU, José María Madiedo. Un nombramiento que le enorgullece y produce “una satisfacción enorme porque es una manera de reconocer la valía del trabajo que se viene haciendo en los últimos años. Un trabajo muy duro y sacrificado pero que por este tipo de cosas ha merecido la pena seguir adelante”.
Analizando la frecuencia con la que estos meteoroides impactan contra la Luna, la ESA quiere evaluar de forma más precisa cuál es el riesgo de impacto de objetos contra nuestro planeta. Para ello, el satélite LUMIO se colocará en una órbita que permitirá observar de forma continua la cara oculta de la Luna. Como explica Madiedo, el choque en estas condiciones es tan brusco que la roca se destruye inmediatamente, emitiendo un destello de luz y generando un nuevo cráter en el punto de impacto. Por lo general, estos destellos tienen una duración muy corta, habitualmente inferior a dos décimas de segundo; por ello, mediante una cámara especial que irá a bordo de la sonda espacial, LUMIO detectará estos destellos de impacto.
La novedad que aportará la misión LUMIO es precisamente que permitirá monitorizar los impactos que se producen en la cara de la Luna que no es visible desde nuestro planeta, aportando datos fundamentales en el estudio de este fenómeno y sus consecuencias en la Luna y, por ende, en la Tierra.
Y es que la cara visible de la Luna “ya está siendo monitorizada desde la Tierra mediante telescopios en el marco de diferentes proyectos de investigación. Dos de ellos están siendo llevados a cabo por la NASA y la ESA”. Otro de los proyectos líderes de este campo es el que desarrolla desde España el propio Madiedo. Con MIDAS (Moon Impacts Detection and Analysis System) ya cuenta con el récord de haber detectado el destello de impacto en la Luna más brillante y duradero (más de 8 segundos) jamás registrado hasta la fecha, que tuvo lugar el 11 de septiembre de 2013.
“Parece que este trabajo incansable, las investigaciones, las horas sin dormir… Al final tiene su recompensa, y es tan grande como para que nuestra Universidad esté siendo líder en esta área y sea reconocido con nombramientos como éste”, apunta el doctor en Astrofísica y en Química. En este sentido, apunta que “es un orgullo enorme pero también una gran responsabilidad, ahora hay que seguir en la misma velocidad para cumplir las expectativas del proyecto y asesorar y ayudar en todo lo posible”.
Su trabajo en el proyecto LUMIO consistirá en “asesorar en todo lo que surja a nivel científico: todos los conocimientos, dudas, ideas que se planteen para mejorar el trabajo de este satélite cuando sea lanzado”. Serán tres años de reuniones, físicas en la Agencia Espacial Europea y a distancia vía videoconferencias. Sin duda, un camino repleto de nuevas emociones y responsabilidades, pero “con la emoción de poder contribuir a un hecho histórico con nuestro trabajo desde Huelva”.
Por ello, respecto a la transcendencia de este nombramiento para la entidad onubense, Madiedo ha afirmado que “entre todas las universidades de España, la escogida es la de Huelva, no le ha tocado a ninguna universidad grande, sino a Huelva. Ya sucedió en 2013 cuando descubrimos el gran impacto en la luna que dio la vuelta al mundo. Ofrecerá mucha visibilidad a la Universidad de Huelva y durante un tiempo prolongado, mínimo los tres años de asesoramiento científico”. Un tiempo de mucho trabajo y horas de “no dormir” pero con “la gran satisfacción de poder trabajar en lo que me encanta, por eso, una de las bases de éxito de la investigación científica es la constancia, el trabajo diario y sacrificio”.