El observatorio de Calar Alto estrena infraestructura informática
El Centro Astronómico Hispano Alemán de Calar Alto (CAHA, MPG/CSIC) acaba de poner a punto un nuevo equipamiento informático basado en la virtualización de los servidores
En un observatorio astronómico como Calar Alto la infraestructura informática resulta fundamental: de ella dependen el control de los telescopios e instrumentos científicos, la adquisición de datos, su almacenamiento y gestión eficiente, así como su puesta a disposición de la comunidad científica. Además, la correcta explotación de instrumentos de última generación como CARMENES o PANIC precisa de una ingente cantidad de recursos informáticos, así como la actividad investigadora o administrativa del centro. Para dotar al observatorio de una infraestructura adecuada, acaba de ponerse a punto la virtualización de los servidores de Calar Alto, un proyecto ejecutado por los ingenieros del centro y financiado con fondos FEDER.
La virtualización de servidores de Calar Alto consiste en la implementación de una «granja» de tres servidores físicos, un servidor de control (basado en una máquina virtual que corre dentro de la propia granja) y un sistema de cabinas de almacenamiento. Gracias a ello, los servidores y ordenadores del observatorio pueden integrarse en máquinas virtuales de software. «De este modo, podemos tener numerosas máquinas virtuales corriendo dentro de un grupo reducido de servidores físicos, con el consiguiente ahorro energético, facilidad de uso y administración y una mayor seguridad», apunta Enrique de Guindos (CAHA), Jefe del Departamento de Informática y responsable del proyecto de virtualización.
MAYOR EFICACIA, RENDIMIENTO Y SEGURIDAD
Este tipo de máquinas virtuales cuenta además con la ventaja de que pueden moverse de un servidor físico a otro dentro de la granja, de modo que, si uno de ellos falla, las máquinas virtuales que están dentro de ese servidor se pasan de forma automática a otro sin pérdida de datos. Además, las copias de seguridad se hacen de una forma mucho más eficiente y rápida. Finalmente, el aprovechamiento de los servidores físicos donde corren servidores virtuales es mucho más eficiente que en el caso de servidores físicos dedicados.
«Aunque en el Observatorio ya estaba funcionando una primera generación de virtualización, su antigüedad suponía un encarecimiento considerable al tener que ampliar la garantía cada año -apunta Enrique de Guindos -. Además, la infraestructura estaba ya al límite de su capacidad».
Así, se ha adquirido un equipamiento totalmente nuevo que se adapta a las necesidades del observatorio y con capacidad de crecimiento para abordar los proyectos en desarrollo.