Europa se despide de Proba-3, el eclipsador solar, que prepara su campaña de lanzamiento
La misión Proba-3 de la ESA, que creará un eclipse solar artificial, está a punto de partir hacia su estación de lanzamiento en la India. Las dos naves espaciales maniobrarán con una gran precisión en la órbita terrestre para que una proyecte una sombra sobre la otra. España es el principal país contribuyente en esta misión, aportando cerca del 40% del presupuesto.
Proba-3 está a punto de partir hacia el Centro Espacial Satish Dhawan, cerca de Chennai, en la India donde comenzará la campaña de lanzamiento. Las dos naves espaciales -que maniobrarán con una gran precisión en la órbita terrestre para que una proyecte una sombra sobre la otra- están a punto de partir de las instalaciones de Redwire Space en Kruibeke, Bélgica.
«Esta ambiciosa misión de la ESA lleva muchos años gestándose porque pretende hacer algo en el espacio que hasta ahora era imposible», explica el responsable de la misión de la ESA, Damien Galano.
Una vez en órbita, los dos satélites de Proba-3 permitirán observar de forma prolongada la tenue atmósfera circundante del Sol, la corona, que hasta ahora solo era visible durante unos breves instantes en los eclipses solares terrestres. Para lograrlo, la sombra que se proyecta entre ambos satélites debe permanecer en una posición precisa, lo que significa que deben volar de manera autónoma en formación con una precisión de tan solo un milímetro -aproximadamente el grosor de una uña-.
«La ESA y nuestros socios industriales y académicos han trabajado mucho para llegar a este punto en que el satélite está listo para el vuelo. Nos entristece un poco despedirnos finalmente de estos satélites únicos, pero también estamos muy emocionados de avanzar hacia la fase final antes del lanzamiento».
Proba-3 se enviará a la India el sábado 2 de noviembre, con una nueva fecha de lanzamiento prevista para el 4 de diciembre.
Es la primera vez, desde que se lanzó Proba-1 en 20021, que una misión de la ESA se lanza desde la India. En un principio, la compañía de transporte aéreo no aceptó las naves espaciales porque ya llevaban instaladas las baterías, por lo que el transporte sufrió un retraso que se solucionó retirando las baterías para enviarlas en una caja aparte.
Las dos naves Proba-3 serán lanzadas juntas por el lanzador PSLV-XL de la Organización india de investigación espacial (ISRO), que posee la potencia necesaria a un coste razonable para colocar la pareja combinada de 550 kg en su órbita elíptica que ascenderá hasta 60.000 km de distancia de la Tierra antes de situarse a tan solo 600 km.
Esta órbita alta es necesaria porque la pareja realizará su vuelo en formación precisa durante las seis horas previstas en torno a su altitud máxima, donde la atracción gravitatoria de la Tierra será menor, al igual que la cantidad de propelente necesario para afinar sus posiciones.
Importante participación española
Una agrupación industrial de catorce Estados miembros de la ESA, incluido Canadá, contribuyó a la misión, dirigida para la ESA por SENER España junto con Airbus Defence and Space en España, que aporta las plataformas de los satélites y Redwire Space en Bélgica como responsable de la aviónica de la misión, las pruebas previas al lanzamiento y las operaciones posteriores al lanzamiento.
GMV en España, centrada en el vuelo de formación, y Spacebel en Bélgica, como proveedor de software, completan el equipo industrial principal.
El Real Observatorio de Bélgica supervisará el instrumento principal ASPIRICS (Association of Spacecraft for Polarimetric and Imaging Investigation of the Corona of the Sun, Asociación de naves espaciales para la investigación polarimétrica y con imágenes de la corona solar) de observación de la corona de Proba-3, alojado en la nave espacial Coronagraph.
La otra nave espacial de la misión, la Occulter, equipada con un disco de 1,4 m, se encargará de bloquear el Sol para la nave espacial Coronagraph durante el vuelo en formación precisa. Lleva su propio instrumento en el lado del Sol, el radiómetro absoluto digital (DARA) para medir la emisión total de energía del Sol para estudios climáticos, desarrollado por el Observatorio Físico y Meteorológico de Davos (PMOD), en Suiza.
Un tercer instrumento dirigido por la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, el espectrómetro de electrones energéticos 3D, medirá las energías predominantes de los espectros de electrones resueltos en ángulo en los cinturones de radiación que rodean a la Tierra, lo que proporcionará datos valiosos para la modelización de la meteorología espacial.
El control de la misión Proba-3 se realizará desde el Centro Europeo de Seguridad Espacial y Educación (ESEC) de la ESA, en Redu, Bélgica, que actualmente está llevando a cabo una extensa campaña de simulación y preparación previa al lanzamiento.