La nebulosa Jones-Emberson 1: filigranas de gas English version
Presentamos la que tal vez sea la mejor fotografía de la nebulosa planetaria PK164+31.1 disponible hasta la fecha. También designada como Jones-Emberson 1, está situada en el hemisferio boreal, hacia la dirección de la discreta constelación del Lince (Lynx). Es poco conocida porque resulta difícil de observar con telescopio, debido a su bajo brillo superficial. Sobre el cielo ocupa una extensión similar a la que cubriría una moneda de un euro colocada a unos quince metros del ojo (seis minutos de arco). Sin embargo, se trata de un objeto celeste muy atractivo para la astrofotografía.
Las nebulosas planetarias representan el proceso que pone fin a la existencia de las estrellas ligeras (con masas por debajo de unas ocho veces la del Sol). Durante la crisis energética final, los astros de este tipo expulsan al espacio interestelar las capas externas, que conforman la nebulosa observable. Este material expelido brilla porque el residuo estelar que queda en el centro, una estrella enana blanca, ioniza e ilumina los gases. El Sol experimentará un proceso similar dentro de unos cinco mil millones de años.
La producción de esta imagen, que la Fundación Descubre incorpora a su Galería Documental de Astrofotografía, ha sido posible gracias a la calidad del cielo de Calar Alto, unida a la de sus instrumentos, y vinculada a una planificación cuidadosa de las observaciones y a un procesado posterior de los datos muy riguroso. La calidad de la imagen pone de manifiesto multitud de detalles estructurales en el frente de ionización de la nebulosa, a modo de filigranas hechas de gas. Asimismo, el campo de visión aparece repleto de estrellas de nuestra Galaxia situadas en primer plano, sobre un telón de fondo conformado por una cantidad enorme de galaxias remotas, algunas de las cuales llegan a atisbarse, incluso, a través de los retazos de gas de la propia nebulosa planetaria.
La nebulosa PK164+31.1 se encuentra a unos 1600 años-luz de distancia. Esto significa que su pequeño tamaño aparente en realidad corresponde a nada menos que unos tres años-luz de diámetro, unas dimensiones comparables a la distancia que separa al Sol de la siguiente estrella, alfa Centauri. Dicho de otro modo, si alguien obtuviera una fotografía del Sol desde esta nebulosa, tanto nuestra estrella como alfa Centauri cabrían cómodamente en el campo de visión de la toma.
La imagen ha sido producida en el marco de la colaboración entre la Fundación Descubre, el Observatorio de Calar Alto, la Escuela Documentalista de Astrofotografía (DSA) y el Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia (OAUV). Los datos proceden del telescopio reflector Zeiss de 1.23 m del Observatorio de Calar Alto y se han procesado con el programa PixInsight. La imagen combina datos obtenidos a través de los filtros R, G, B y H-alfa, con un tiempo total de exposición de 28 horas (5 horas y 20 minutos en cada uno de los filtros RGB y 12 horas en H-alfa). El campo de visión es de 15.5 minutos de arco (la mitad del diámetro aparente de la Luna llena). El norte está arriba y el este a la izquierda.
Descarga las imágenes
Crédito de las imágenes: Fundación Descubre / Calar Alto / OAUV / DSA, Vicent Peris (OAUV), Jack Harvey (DSA/SSRO).
Imagen de la nebulosa planetaria PK164+31.1 de la Galería Documental de Astrofotografía de Calar Alto.
Comparación de la imagen de la nebulosa planetaria PK164+31.1 obtenida a través del filtro rojo R con la misma imagen después de restarle la imagen tomada con el filtro de banda estrecha H-alfa.
Ampliación de algunas de entre la multitud de galaxias de fondo visibles en la imagen, tanto alrededor de la nebulosa como a su través.
Astronomy Picture of the Day (APOD), 30 de octubre de 2012
Por David Galadí Enríquez