Las estrellas en julio: Hercules, Ofiuco, Serpiente y Escorpión
Seguimos con el calor bien afianzado. Pero, ¿Qué queréis que os diga? Es julio y debe hacer calor, ya tendremos enero para echar en falta estas temperaturas. Ahora lo que debemos de hacer es disfrutar de las merecidas vacaciones (ya que si no las estáis disfrutando ahora seguro que están al caer). Es tiempo de playa, es tiempo de piscina, de actividades al aire libre y de disfrutar de la naturaleza. Y ahora viene una sugerencia… ¿Qué mejor que disfrutar de todo ello de acampada con nuestro telescopio como protagonista final? Imaginadlo. Mañana de senderismo, una buena comida o barbacoa seguida de una tarde de piscina y juegos que culminan con una ligera cena mientras el cielo oscurece, y las estrellas poco a poco van apareciendo para invitarnos a disfrutar de su belleza. Suena bien, ¿verdad? ¡Pues ya sabéis! Cargad el coche, coged a la familia y disfrutad del cielo de las noches de julio.
Las noches de Verano vienen dominadas por dos aspectos fundamentales. El primero es la majestuosidad de la Vía Láctea (nuestra Galaxia) cruzando de Norte a Sur el firmamento. La otra es el denominado triángulo de Verano, formado por: i) Vega, la estrella más brillante de la constelación de la Lira y dominando el cielo vernal cerca del Cenit; ii) Deneb, la estrella más brillante de la constelación del Cisne; y iii) Altair, la estrella por excelencia de la constelación del Águila. Como de costumbre, a principios de la noche podemos observar constelaciones ya comentadas típicas de la Primavera, y hacia el final de la misma podemos empezar a apreciar el cambio hacia el cielo del Otoño (que será similar al cambio entre Invierno y Primavera dando paso a una pobreza de estrellas). Pero bueno, como viene siendo habitual haré una breve descripción del cielo que podemos ver a horas decentes (22 a 1 aprox.), aunque si sois de los de observar hasta que el Sol nos impide continuar disfrutando del firmamento… ¡entonces sois de los míos!
Si no consigues encontrar las constelaciones en el cielo, te recomendamos visitar nuestra sección Astronomía para principiantes donde puedes aprender Cómo orientarse en el cielo.
Hacia el Oeste podemos encontrar (y ya despedirnos de ellas hasta otro año) las constelaciones de Virgo, Libra o el Boyero. Dominando el Cenit y el Sur (lo que en esta entrada más nos interesa) nos encontramos a Hércules, Ofiuco, la Serpiente y el Escorpión. Conforme avance la noche constelaciones de las que hablaremos el mes que viene como son la Lira, Sagitario o el Cisne entre otras van ganando en altura; mientras que otras empezarán a aparecer a modo de aperitivo de lo que nos espera en los próximos meses de Otoño (Capricornio, Acuario o Pegaso entre otras). La región circumpolar nos muestra al Dragón en todo su esplendor así como Cefeo, la Osa Mayor va perdiendo altura y Cassiopea (opuesta a la Osa Mayor respecto a la estrella polar) va ganando en altura al mismo ritmo.
Otro aspecto a tener en cuenta de las noches veraniegas en general lo encontramos en las regiones de Sagitario y del Escorpión. Éstas están dominadas por una alta densidad estelar, así como por una alta densidad de objetos de cielo profundo como nebulosas y cúmulos estelares (abiertos y globulares). Y como nada en esta vida es casualidad… o al menos no en ciencia, esta alta densidad tiene una sencilla explicación. Como suele pasar en ciencia (y en Astronomía en particular), cada descubrimiento viene acompañado de una historia de superación de obstáculos que nos lleva a ir modificando nuestra concepción de la realidad hasta la actual.
Hagamos nuestro particular recorrido por las constelaciones observables durante este mes.
Estamos ante una de las grandes constelaciones del hemisferio norte. Con sus 1225 grados cuadrados en el cielo es la quinta en tamaño y es una de las constelaciones más famosas de las noches de finales de Primavera y principios del Verano. Se trata de una constelación formada por estrellas no excesivamente brillantes, siendo Kornephoros, Beta Herculis, la estrella más brillante de esta constelación con una magnitud de 2.81.
Esta constelación es de obligada visita por todo aficionado a la astronomía y, si lo que pretendemos es adentrar en este mundillo a algún familiar o a algún amigo, el gran cúmulo de Hércules, también llamado M13 es visita más que obligada. En nuestro paréntesis astronómico hablábamos sobre el importante papel que los cúmulos globulares desempeñaron en desentrañar nuestro lugar en nuestra Galaxia. Pues bien, M13 es uno de los grandes cúmulos globulares de los que podemos disfrutar en el firmamento. Formado por aproximadamente 300000 estrellas y a una distancia de 22200 años-luz su observación nos dejará enamorados para siempre. Cubre unos 20 minutos de arco en el cielo y tiene una magnitud aparente de 5.8. Su localización es bastante cómoda, entre las estrellas eta y dseta. Cualquier pequeño telescopio nos lo revela como una nubecita neblinosa, sin embargo una observación con un telescopio de 25 cm en adelante nos permitirá discernir las estrellas individuales que lo forman así como intuir bellas estructuras y distinguir colores.
Otros objetos de cielo profundo a destacar en esta constelación son:
- M92: Otro bonito cúmulo globular, relativamente brillante aunque nada comparado con le gran cúmulo de Hércules. Tiene una magnitud aparente de 6.3 y se encuentra a unos 26700 años-luz de la Tierra.
- NGC6210: Es una nebulosa planetaria descubierta por el astrónomo alemán Friedrich Georg Wilhelm Struve en 1825. Aunque no se trata de un objeto extremadamente espectacular ni fácil de observar (magnitud 9 y 12 segundos de arco de diámetro aparente), NGC6210 puede ser un buen reto a afrontar con nuestros telescopios.
Podemos considerar Ofiuco como el patito feo de las constelaciones. A pesar de sus 948 grados cuadrados en el cielo (siendo la undécima constelación con mayor tamaño) y que la eclíptica la cruza, es decir, que el Sol en algún momento se encuentra entre nosotros y dicha constelación, no se considera una de las constelaciones del zodiaco. No es que sea un aspecto fundamental de esta constelación, pero parece curioso… ¿no os lo parece a vosotros?
Esta constelación es el perfecto ejemplo para comprender lo explicado en el apartado «astrofísico» de este mes. Se trata de una constelación lo suficientemente grande como para observar regiones en pleno disco Galáctico, así como regiones alejadas de él. De esta forma, podemos encontrarnos con 7 objetos Messier (M9, M10, M12, M14, M19, M62 y M107) todos ellos cúmulos globulares. Pero además, podemos encontrar algunas de las nebulosas oscuras más bonitas del firmamento nocturno. Una nebulosa oscura no es más que una región rica en polvo interestelar cuya alta densidad impide ver las estrellas que hay detrás debido a extinción interestelar. Estamos acostumbrados a observar galaxias, cúmulos estelares y nebulosas, que básicamente son objetos brillantes. Sin embargo, en esta ocasión vamos a hacer hincapié en la observación de la «ausencia» de luz. Aunque no es igual de espectacular que los objetos anteriormente nombrados, la observación de nebulosas oscuras es bastante curiosa y reconfortante puesto que su localización comprende un importante reto. Destacamos como importantes nebulosas oscuras en Ofiuco Barnard 68, la nebulosa del caballo oscuro o Barnard 72 (la nebulosa de la serpiente).
Estamos ante la única constelación que se divide en dos, Serpens Caput y Serpens Cauda, la cabeza y la cola de la serpiente. Es la 23ª constelación en tamaño con sus 637 grados cuadrados en el firmamento. En esta constelación podemos encontrar dos de los objetos Messier más bonitos a la visión telescópica, M5 y M16.
- M5: Se trata de un bonito cúmulo globular de la magnitud 6.65 que se encuentra a unos 24500 años-luz de la Tierra. Con muy buenas condiciones de visibilidad podemos discernir este objeto a simple vista aunque la visión mejora considerablemente a través de unos binoculares o un pequeño telescopio.
- M16: También conocida como la nebulosa del Águila, es una de las nebulosas más famosas y más espectaculares del firmamento nocturno. Se trata de un cúmulo abierto con la nebulosidad de la que se han formado las estrellas aún circundante. La forma recuerda a la de un águila, de ahí su nombre. En este conjunto se encuentran los famosos pilares de la creación, una de las imágenes más famosas del telescopio espacial Hubble.
Y así llegamos a la constelación del Escorpión. No sé si es porque estamos en Verano y se observa más o porque realmente las constelaciones son más identificables, pero, ¿Quién no ha visto o ha oido hablar de la constelación del Escorpión? Con sus 497 grados cuadrados en el cielo ocupa la posición 33 de acuerdo con su tamaño. Esta constelación está presidida por Antares, una estrella supergigante roja de magnitud 0.96, su parpadeo y su color rojizo presiden el Sur de los cielos de Verano.
En esta constelación podemos destacar (entre muchos otros) los siguientes objetos de cielo profundo:
- M4: es un cúmulo globular de la magnitud 5.9 localizado a unos 7200 años-luz de la Tierra.
- M6: también conocido como el cúmulo de la mariposa. Es un cúmulo abierto de magnitud visual aparente 4.2 que se encuentra a 1600 años-luz de distancia.
- M7: el denominado cúmulo de Ptolomeo. Se trata de otro cúmulo abierto cuya magnitud visual es de 3.3 y puede ser fácilmente observable a simple vista.
- M80: Se trata de un bonito cúmulo globular de la magnitud 7.87 que se encuentra a una distancia de 32600 años-luz. Tiene un diámetro de 95 años-luz y es uno de los cúmulos más poblados en nuestra galaxia con cerca de un millón de estrellas. Podemos localizar el cúmulo fácilmente con la ayuda de telescopios de tamaño mediano (15 cm en adelante) a medio camino entre Antares y Acrab
Espero que disfrutéis mucho este mes con el cielo de julio y que el rato que habéis pasado leyendo este artículo fuese agradable. Para el mes que viene (agosto) os tenemos preparada otra emocionante etapa por el cielo nocturno, pasando por las constelaciones de Sagitario, Aquila, Lyra, Sagitta y Scutum… ¿Puede haber unas constelaciones más típicas de esta época del año?
Por Tomás Ruiz Lara (@owl_astro)
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Planetarios, observatorios, excursiones nocturnas... todo un catálogo de actividades que no te querrás perder.