Alumnos de colegios e institutos de tres continentes aciertan al medir el radio de la Tierra
El astrónomo griego Eratóstenes de Cirene calculó por primera vez el radio de nuestro planeta hace 23 siglos. Ahora, jóvenes estudiantes de España, Argentina y Nueva Caledonia se han unido para repetir el experimento y han obtenido una medida que se desvía solo unos 10 km del valor real
Con un gnomon (un palo vertical sobre una tabla horizontal), anotando la sombra proyectada y realizando sencillos cálculos, el matemático y astrónomo griego Eratóstenes de Cirene (276-194 a. C.), quien llegó a dirigir la antigua Biblioteca de Alejandría, logró medir el tamaño de la Tierra con bastante precisión.
Siguiendo su método científico, alumnos de colegios e institutos de Extremadura y Canarias en España, Bahía Blanca en Argentina y Nueva Caledonia (territorio insular francés en el Pacífico) han conseguido “resultados sorprendentes, teniendo en cuenta que ha sido un experimento llevado a cabo por escolares”, explica Jesús Manuel Carballar Álvarez, profesor del IES El Pomar en Jerez de los Caballeros (Badajoz), desde donde se ha promovido el proyecto.
Teniendo en cuenta que la Tierra se encuentra achatada por los polos, y que el valor aceptado o teórico del radio polar es de 6356,8 Km y el del radio ecuatorial de 6378,1 km, los alumnos y alumnas se han aproximado bastante. “Comparando las medidas dos a dos, hemos obtenido un par de valores del radio terrestre: por una parte, 6.365,08 km, que se desvía 8,28 km del valor teórico del radio polar, es decir, un error de solo el 0,1 %; y 12,92 km del radio ecuatorial, con 0,2 % de error”, destaca el profesor. “Y por otra –añade–, el valor 6387,07 km, con una diferencia respecto al valor aceptado del radio ecuatorial terrestre de tan solo de 8,97 km, lo que significa un error del 0,12 %; y un porcentaje algo mayor respecto al radio polar”.
El ejercicio se realizó el 20 y 21 de marzo, durante el equinoccio de primavera. En ese momento el Sol se sitúa justo encima del ecuador terrestre y los ángulos que midieron los estudiantes en determinadas horas coincidían con la latitud en la que se encontraban. “Con instrumentos sencillos, los alumnos han comprobado que viven en un planeta que tiene forma (más o menos) esférica, cuya evidencia está en las distintas longitudes que tienen las sombras de los gnomons al mediodía solar en distintas localidades”, comenta Carballar.
El profesor también recuerda que los que estaban en el hemisferio norte (España) han constado que las sombras evolucionaban de izquierda a derecha, mientras que los del sur (Argentina y Nueva Caledonia) las han visto moverse de derecha a izquierda, una forma de confirmar en qué hemisferio terrestre viven.
Programas informáticos
Para tomar las medidas y realizar los cálculos del radio de la Tierra, los estudiantes emplearon los programas Stellarium y Google Earth, luego compartieron los datos en una hoja de cálculo, realizaron videoconferencias desde tres continentes y, finalmente, este mes de mayo han presentado los resultados definitivos. Además, investigaron sobre la figura de Eratóstenes y trazaron la ruta –también en Google Earth– de la primera vuelta al mundo llevada a cabo por Juan Sebastián el Cano, considerada la culminación y demostración última de la esfericidad terrestre.
“Uno de los aspectos innovadores ha sido la adecuación del cálculo del radio terrestre a niveles educativos en los que todavía no se ha explicado el concepto de tangente, gracias a que se ha usado Geogebra, un software de libre distribución muy utilizado en el mundo académico de las matemáticas”, señala Carballar.
En el proyecto Eratóstenes ha colaborado el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca, Argentina) y la actual Biblioteca de Alejandría.