Einstein Probe, lista para monitorizar el cielo con ‘sus ojos de langosta’
La sonda cuenta con potencial para ampliar nuestra comprensión de eventos cósmicos extremos y proporcionará datos valiosos para abordar cuestiones clave sobre la estructura y evolución del universo. Esta misión, en la que participa España a través del CSIC, está liderada por la Academia China de las Ciencias en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre de Alemania y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia.
La sonda Einstein Probe, que cuenta con participación española a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ya se encuentra lista para monitorizar el cielo en rayos X y contribuir al estudio del cosmos, tras obtener sus primeras imágenes de objetos celestes.
La sonda fue lanzada el pasado 9 de enero por la Academia China de las Ciencias (CAS), en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE) de Alemania y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia.
La investigadora del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) Nanda Rea, es miembro del equipo científico de la sonda Einstein Probe de la ESA; mientras que los investigadores postdoctorales del ICE-CSIC y del IEEC, Francesco Coti Zelati y Alessio Marino, participan en el proyecto como miembros asociados del panel temático científico sobre objetos compactos.
Esta misión internacional cuenta con potencial para ampliar nuestra comprensión de eventos cósmicos extremos y proporcionará datos valiosos para abordar cuestiones clave sobre la estructura y evolución del universo. Además, la ESA tendrá acceso al 10% de los datos generados, lo que permitirá a la comunidad científica europea desempeñar un papel importante en el análisis de sus descubrimientos.
Monitorizando el universo
Gracias a su tecnología óptica inspirada en los ojos de las langostas, la sonda puede observar extensas áreas del firmamento en tres órbitas alrededor de la Tierra, lo que le permite detectar y monitorizar emisiones de rayos X de varios objetos astronómicos.
En los meses transcurridos desde el despegue, el equipo de operaciones de la misión ha estado realizando las pruebas necesarias para confirmar la funcionalidad de la sonda y calibrando los instrumentos científicos. Durante esta fase crucial, Einstein Probe capturó datos científicos de varias fuentes de rayos X.
Estas primeras imágenes demuestran la extraordinaria capacidad de los dos instrumentos científicos de la sonda Einstein Probe. El Wide-field X-ray Telescope (WXT) puede observar un panorama de casi una undécima parte de la esfera celeste en una sola instantánea, mientras que el FXT, más sensible, ofrece primeros planos y puede localizar imágenes de eventos efímeros captados por el telescopio WXT.
«La sonda Einstein no sólo será la perfecta ‘cazadora’ de nuevas fuentes transitorias de rayos X sino que, dado su gran campo de visión sin precedentes, también permitirá una caracterización sistemática de las propiedades de rayos X de fuentes ubicadas en áreas del cielo como nunca antes se había observado. El potencial para nuevos descubrimientos apasionantes es enorme”, ha afirmado el investigador Francesco Coti Zelati.
Por su parte, el investigador Alessio Marino ha detallado que, “con su ‘vista’ sin precedentes, el WXT de Einstein Probe captará todo tipo de explosiones cósmicas en el cielo mientras vigila las fuentes astronómicas conocidas en busca de cualquier signo inesperado de actividad”. “Es un punto de inflexión para la astronomía moderna”, ha remarcado.
Próximos pasos
En los próximos meses, la sonda Einstein continuará realizando actividades de calibración en órbita antes de comenzar sus observaciones científicas rutinarias a mediados de junio. Durante la misión, de tres años de duración, el satélite orbitará la Tierra a una altura de 600 km y mantendrá sus ojos en el cielo en busca de eventos transitorios de rayos X. Utilizando el telescopio de seguimiento FXT, la misión observará más profundamente los eventos recién detectados y otros objetos interesantes conocidos.
«Ahora estamos en un momento dorado para desvelar la física que gobierna los objetos transitorios de alta energía en el cielo. Tener datos privilegiados de la misión Einstein Probe permitirá a nuestro grupo tener una fuerte ventaja en los grandes descubrimientos que esperamos en los próximos años», ha destacado la investigadora Nanda Rea.
La capacidad de Einstein Probe es complementaria a los estudios en profundidad de fuentes cósmicas individuales que permiten los telescopios XMM-Newton y XRISM. Su estudio es fundamental para preparar las observaciones de rayos X de la futura misión NewAthena de la ESA, actualmente en estudio y que será el observatorio de rayos X más grande jamás construido.