Se detecta el choque de una roca contra la Luna durante un eclipse total
El estudio de los impactos en la superficie lunar permite ajustar las predicciones de impactos en nuestro planeta
Quienes observaron el eclipse total de luna en enero vieron un evento poco común: un destello de corta duración producido cuando una roca golpeó la superficie lunar. Un grupo de astrónomos españoles del proyecto MIDAS, encabezado por José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, y José Luis Ortiz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), han analizado el choque, que produjo un cráter de entre diez y quince metros de diámetro.
Estos impactos los producen, mayoritariamente, fragmentos de cometas y asteroides que giran alrededor del Sol y que técnicamente se conocen como meteoroides. La Tierra posee una atmósfera protectora que evita que la mayoría de los objetos que impactan contra ella alcancen el suelo, pero la Luna carece de ese escudo y hasta los fragmentos más pequeños pueden alcanzar su superficie.
Como este tipo de impactos tiene lugar a velocidades de decenas de miles de kilómetros por hora, las rocas se funden y vaporizan instantáneamente en el punto de impacto. «Por eso no llamamos meteoritos a estas colisiones, ya que ese término implica que haya fragmentos», aclara José Luis Ortiz (IAA-CSIC). El choque produce una súbita elevación de la temperatura, que da lugar a un destello que se observa con telescopios en tierra y que presenta una duración media de una fracción de segundo.
Los eclipses ofrecen una oportunidad muy especial para este tipo de estudios, ya que al oscurecerse la Luna se pueden detectar destellos mucho más débiles que en condiciones normales.
El último eclipse lunar tuvo lugar el 21 de enero de 2019. A las 04:41 GMT, justo después de que comenzara la fase total del eclipse, se observó el destello que pudo verse a simple vista y que duró 0,28 segundos. Se trata del primer evento de este tipo filmado durante un eclipse lunar.
Los telescopios del proyecto MIDAS (Sistema de Detección y Análisis de Impactos de la Luna) observaron el destello en múltiples longitudes de onda, y el análisis concluyó que la roca entrante presentaba una masa de unos cuarenta y cinco kilos, medía entre treinta y sesenta centímetros de ancho y alcanzó la superficie a 61.000 kilómetros por hora. El impacto se produjo cerca del cráter Lagrange H, cerca de la porción oeste-suroeste de la extremidad lunar.
Se ha calculado que la energía de impacto era equivalente a 1.5 toneladas de TNT, suficiente para crear un cráter de hasta quince metros de ancho. Se estima que los residuos expulsados alcanzaron una temperatura máxima de 5400 grados, aproximadamente la misma que la superficie del Sol.
Los resultados que se obtienen del análisis de estos destellos de impactos en la Luna permiten conocer la frecuencia con la que los meteoroides colisionan con la Tierra. El grupo del proyecto MIDAS detectó el 11 de septiembre de 2013 el impacto en la Luna más brillante observado, producido por una roca con la masa de un coche pequeño. Las conclusiones de esta investigación señalaron que la frecuencia con la que se producen los impactos contra nuestro planeta de rocas de un tamaño similar a la que produjo el impacto podría ser hasta casi diez veces más alta de lo que pensaba gran parte de la comunidad científica.