Una compleja maniobra permite que CARMENES ya disponga de su ojo en el visible
Las puertas de acceso al telescopio de 3,5 metros del observatorio de Calar Alto se quedaron ayer pequeñas. Uno de los gigantescos ojos con los que el instrumento CARMENES buscará planetas como el nuestro se integraba con éxito tras volar, sujeto por una grúa, hasta una altura de más de 30 metros y entrar por la apertura de la cúpula hasta su ubicación en el telescopio.
Los dos ojos de CARMENES, que observarán respectivamente en el visible y el infrarrojo, se hallan dentro de sendos tanques de vacío y rodeados de un escudo de radiación para conservar una temperatura estable. Las dimensiones de estos tanques, de unos tres metros de largo y metro y medio de diámetro, obliga a colocarlos tras, literalmente, hacerlos volar por los aires.
“»Ha sido una operación delicada pero se ha completado sin contratiempos. CARMENES ya puede ver en el visible, la longitud de onda que ven nuestros ojos, y en septiembre integraremos el canal infrarrojo, lo que nos sitúa ya muy cerca de la primera luz», apunta Jesús Aceituno, vicedirector del Observatorio de Calar Alto.
El hecho de que CARMENES disponga de un ojo en el visible y otro en el infrarrojo constituye, precisamente, uno de sus ventajas sobre instrumentos similares. La búsqueda de planetas de tipo terrestre resulta muy complicada y se han producido falsos positivos al confundir las señales de la actividad estelar con la existencia de planetas. La observación simultánea en el visible y el infrarrojo de CARMENES permitirá discriminar entre una señal y otra y confirmar los hallazgos sin necesidad de otras comprobaciones.
BÚSQUEDA DE EXOTIERRAS CON CARMENES
Los planetas, al girar en torno a su estrella, producen en ella ligeros movimientos oscilatorios que, si se miden con la precisión adecuada, desvelan la existencia de esos planetas (aunque no podamos verlos directamente). Así buscará CARMENES planetas parecidos a la Tierra.
CARMENES no solo es el primer instrumento que España propone para ser instalado en el Observatorio de Calar Alto, sino que además se trata de un instrumento único en el mundo, tanto en precisión como en estabilidad, cualidades indispensables para medir las pequeñas variaciones de velocidad que un planeta produce en las estrellas. De hecho, CARMENES supone un estimulante reto tecnológico, ya que detectará variaciones de velocidad en el movimiento de estrellas situadas a cientos de billones de kilómetros con una precisión del orden de un metro por segundo.
Para lograr una precisión semejante no solo es necesario un cuidado diseño óptico, sino también mantener condiciones de máxima estabilidad en el entorno de operación del instrumento, que trabajará en condiciones de alto vacío y con temperaturas controladas electrónicamente hasta la centésima de grado. Constituye por tanto un reto de primera magnitud para el consorcio de construcción, en el que destaca la participación tecnológica de Andalucía.
CARMENES, que operará en el telescopio de tres metros y medio del Observatorio de Calar Alto (Almería), está siendo desarrollado por un consorcio de once instituciones españolas y alemanas.
Más información del proyecto: http://carmenes.caha.es