Gemínidas 2021: los últimos deseos del año
Las noches del 12 y del 13 de diciembre disfrutaremos del máximo de la lluvia de estrellas de las Gemínidas. El evento será retransmitido en directo, desde el Observatorio del Teide (Tenerife), a través del canal sky-live.tv, con la colaboración del proyecto Energy Efficiency Laboratories (EELabs), del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
A lo largo de la última década, las Gemínidas siempre han despedido el año superando los 100 meteoros por hora (THZ, Tasas Horaria Zenital; en 2020 superaron los 130 meteoros/hora) y colocándose en el primer puesto del ranking anual de lluvias de estrellas, seguidas de las Perseidas y las Cuadrántidas.
Como cada año, las Gemínidas mostrarán su pico de actividad a mediados de diciembre. Para este año, 2021, su actividad se producirá entre el 7 y el 17 de diciembre. El máximo se espera a las 07:00 UT del 14 de diciembre. En concreto, las noches del 12 al 13 y del 13 al 14 ofrecerán los mejores momentos para la observación de esta lluvia de estrellas.
Cómo observar las Gemínidas 2021
Los meteoros parecen nacer -tienen su radiante- en la constelación de Géminis (los Gemelos), que se situará cerca de la conocida constelación de Orión. Sin embargo, este año la Luna estará en cuarto creciente durante las noches de máxima actividad, lo que dificultará la visibilidad de los meteoros más débiles, por lo que se recomienda la observación a partir de la media noche. Para asegurarnos de ver el mayor número de Gemínidas posible, debemos situarnos en un lugar oscuro -libre de la contaminación lumínica producida por las ciudades- y con horizontes despejados. Conviene fijar la mirada en una zona del cielo y mantenerla, al menos, durante unos minutos para poder “detectar” alguna Gemínida. Se recomienda tumbarse en el suelo y llevar ropa de abrigo. Y lo más importante: hay que tener paciencia.
Las Gemínidas es una lluvia que puede observarse desde ambos hemisferios. A pesar de que desde el hemisferio norte la actividad será mayor que desde el sur -debido a que el radiante estará a mayor altura sobre el horizonte- desde los cielos australes también se observará una gran cantidad de meteoros.
Restos del asteroide (3200) Phaethon
Las llamadas “estrellas fugaces” son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños (entre fracciones de milímetros hasta centímetros de diámetro) que van dejando los cometas -o asteroides, como en esta lluvia- a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol, debido al “deshielo” producido por el calor solar. La nube de partículas resultante (llamados meteoroides) se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor de nuestra estrella. Durante este encuentro, los meteoroides se calientan, principalmente por rozamiento al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, vaporizándose parcial o completamente, creando los conocidos trazos luminosos o “estrellas fugaces” que reciben el nombre científico de meteoros. Aquellos meteoros de mayor tamaño y que sobrevivan al rozamiento atmosférico podrían impactar con la superficie terrestre convirtiéndose en meteoritos.
Normalmente, los progenitores de las lluvias de estrellas son cometas, pero en el caso de las Gemínidas no. Un pequeño cuerpo celeste -el asteroide (3200) Phaethon- es el presunto progenitor de las Gemínidas desde 1983, siendo un misterio para los astrónomos. El equipo dirigido por Dave Jewitt (UCLA), ayudado por las sondas STEREO (NASA) -nuestros ojos en el Sol para “cazar” asteroides y cometas en su aproximación a la estrella- se dio cuenta, en 2010, de que Phaethon experimentaba un aumento de intensidad en su brillo. Se trataba de algo nuevo que dieron en llamar “cometa rocoso”. ¿Un híbrido entre asteroide y cometa? En síntesis, es un curioso asteroide que se acerca tanto al Sol -lo hace cada 1.4 años, de manera similar a como lo haría un cometa- que el calor emitido por nuestra estrella “quema” los residuos de polvo que cubren la superficie rocosa y forma así una especie de “cola de grava”. Javier Licandro (IAC) comenta: “(3200) Phaethon, con 4 o 5 kilómetros de diámetro, es un destructor total. Si chocara contra la Tierra, produciría una catástrofe a nivel global que acabaría con especies, incluida probablemente la nuestra. Aún así, Phaethon es un riesgo menor en la lista de los cuerpos potencialmente peligrosos. No obstante, tenemos que controlarlo porque las órbitas de estos pequeños asteroides que pasan tan cerca de la Tierra están afectadas por muchos efectos que pueden hacer que, en un futuro, la órbita pudiera derivar en una de colisión”.
Esta lluvia, una de las más atractivas para muchos investigadores, fue observada por vez primera en 1862.
“Desde el año 2012 seguimos puntualmente a las Gemínidas desde el Observatorio del Teide y siempre nos han ofrecido un gran espectáculo. Este año nadie debería perderse la lluvia. El momento ideal es al final de la noche cuando la Luna, que estará en fase gibosa creciente, se ocultará bajo el horizonte. Las Gemínidas, a diferencia de las Perseidas, son meteoros lentos y, por tanto, es más sencillo “cazarlos”. A pesar del frío, siempre debemos estar preparados para observar las Gemínidas, os aseguro que no os defraudarán“, comenta Miquel Serra-Ricart (IAC).
Fuente
Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC)
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