Joseph Fraunhofer y su acercamiento de las estrellas
Joseph Fraunhofer construyó en 1841 el primer espectroscopio astronómico, una invención que revolucionaría el campo de la astronomía tanto como el telescopio de Galileo. Permitió a los astrónomos acceder directamente a las características físicas de los cuerpos celestes y en consecuencia a comprender la química del universo.
El origen del espectroscopio se puede situar en 1666, cuando Isaac Newton, con 23 años, dejó pasar en una sala oscura un fino rayo de Sol procedente de un agujero en su ventana atravesando un prisma triangular de cristal. En la pared incidente apareció un arco iris de colores rojo – naranja – amarillo – verde – azul y violeta. Newton demostró que la luz blanca es una mezcla de los colores básicos y que cada uno de ellos era desviado , o refractado, por el cristal con un ángulo diferente. Newton llamó spectrum a este coloreado conjunto, del latín spector – «aparición».
En 1802 el investigador William Hyde Wollaston pasó el rayo de luz solar a través de una fina rendija, en vez de por un agujero, y examinando a través del prisma observó múltiples rayas negras. Asumió que esas interrupciones marcaban la frontera natural entre los colores de la luz. Fraunhofer, constructor bávaro de instrumentos ópticos, probaría que eso no era así.
Fraunhofer, huérfano desde muy joven, era aprendiz de un tiránico fabricante de lentes que cargaba de trabajo y mal alimentaba a aquel frágil chico. Fraunhofer se liberó en 1801, a la edad de 14 años, cuando la humilde vivienda y taller se hundió y fue rescatado como único superviviente. Apiadado de él, el príncipe elector de Baviera lo tomó bajo su protección y gracias a su apoyo y ayuda económica pudo continuar el trabajo en óptica por su propia cuenta, llegando a ser un experto en esta materia.
Fraunhofer comenzó a estudiar el efecto que producían las lentes cuando incidía sobre ellas el espectro procedente de un prisma y como consecuencia a generar líneas de colores. En el curso de esta investigación construyo su primer espectroscopio, un pequeño telescopio enfocado sobre una estrecha rendija a través de la cual un rayo de sol atravesaba un prisma. Para su sorpresa, cuando observó a través del ocular, vio cientos de líneas, unas fuertes y otra débiles, repartidas a lo largo del espectro solar. Las más importantes las denominó mediante letras, comenzando por la A en el extremo rojo, hasta la H e I en el violeta. Hoy las conocemos como líneas de Fraunhofer.
Cuando orientó su espectroscopio hacia estrellas luminosas como Castor, Betelgeuse y Sirio, comprobó que cada una poseía su propia «huella espectral» . ¿Cuál era el origen de esas misteriosas líneas negras en estos espectros? . Fraunhofer no tuvo tiempo de averiguarlo, enfermo como consecuencia de sus primeros años de privaciones, murió de tuberculosis a la edad de treinta y cinco años.
En su tumba en Múnich se encuentran grabadas estas palabras APPROXIMAVIT SIDERA «El acercó las estrellas».
Fue necesario que transcurrieran tres décadas para que se desvelara la verdadera naturaleza de aquella líneas oscuras, comenzando entonces el nacimiento de la astrofísica.
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