Descartan el aterrizaje de Peregrine en la Luna y se centran en la operatividad en órbita
Astrobotic, la empresa constructora de Peregrine, ha descartado la posibilidad de un aterrizaje suave en la Luna dada la fuga de propulsor. Sin embargo, aún cuenta con potencia para su uso uso como nave espacial. El equipo continúa trabajando para extender la vida operativa del vehículo, que tiene las baterías cargadas. De momento se centran en pruebas y comprobaciones de la carga útil y del propio módulo, mientras siguen recibiendo datos valiosos que servirán a la compañía para el desarrollo de componentes y software relacionados con próximas misiones de aterrizaje lunar
Finalmente la misión Peregrine, que aspiraba a llevar ciencia y tecnología a la superficie lunar 50 años después, descarta un aterrizaje en nuestro satélite natural, tras los problemas técnicos a los que se enfrentan. Según ha explicado la empresa constructora del módulo de aterrizaje lunar, Astrobotic, en las últimas actualizaciones sobre el estado de la misión en su perfil de la red social X (antigua Twitter), «después de 32 horas operativas de la nave espacial, lamentablemente, dada la fuga de propulsor, no existe ninguna posibilidad de un aterrizaje suave en la Luna»,
Sin embargo, detallan que aún cuentan con propulsor suficiente para utilizar el vehículo como nave espacial. «El equipo continúa trabajando para encontrar formas de extender la vida operativa de Peregrine. Las baterías están cargadas», aseguran. Tras actualizar sus estimaciones calculan que podrán seguir operando otras 40 horas. «Estamos en un modo operativo estable, trabajando en pruebas y comprobaciones de la carga útil y la nave. Seguimos recibiendo datos valiosos que nos servirán para el desarrollo de componentes y software relacionados con nuestras próximas misiones de aterrizaje lunar», matiza la compañía con sede en Pittsburgh. De hecho, continúa recibiendo nuevas imágenes de la nave desde el espacio.
Posibles causas del fallo técnico
La hipótesis actual que baraja Astrobotic para explicar la anomalía en la propulsión de la nave espacial Peregrine es que una válvula entre el presurizador de helio y el oxidante no consiguió sellarse tras su activación durante el inicio de las operaciones. «Esto provocó una avalancha de helio que aumentó la presión en el tanque del oxidante más allá de su límite operativo y, como consecuencia, lo rompió», señala Astrobotic. Si bien esta es una teoría funcional, la compañía ha matizado que se ha creado una comisión de revisión formal, compuesta por expertos de la industria, para crear un informe de análisis exhaustivo una vez completada la misión.
Asimismo, la empresa ha querido dejar claro que el cohete Vulcan de United Launch Alliance (ULA) consiguió poner a Peregrine en la trayectoria translunar planificada según lo previsto este lunes, descartando indicios de que la anomalía de propulsión se produjera como consecuencia del lanzamiento.
Impacto en los instrumentos científicos a bordo de Peregrine
Paralelamente, la NASA está trabajando con Astrobotic para determinar el impacto en las cinco investigaciones científicas de la agencia a bordo de la nave espacial. Si bien es pronto para comprender la causa de la anomalía, ha vuelto a mostrar su apoyo y colaboración para revisar los datos de vuelo, identificar la causa y desarrollar un plan de cara al futuro.
«Los vuelos espaciales plantean muchos desafíos y estamos increíblemente orgullosos de los equipos de Astrobotic y la NASA que nos han acercado un paso más a un regreso robótico a la superficie lunar como parte de Artemis. Este modelo de servicio de entrega privado es una novedad para la agencia y, con algo nuevo, existe un riesgo mayor», ha explicado Joel Kearns, administrador asociado adjunto de exploración en la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
Se espera que copias de cuatro de las cargas útiles de la NASA a bordo de Peregrine puedan volar en próximas misiones, incluido el conjunto de retrorreflectores láser, el sistema de espectrómetro de volátiles de infrarrojo cercano, el sistema de espectrómetro de neutrones y el espectrómetro de transferencia de energía lineal. No así el espectrómetro de masas con trampa de iones peregrinos, una colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), desarrollado previamente para la misión Rosetta.
El módulo Peregrine forma parte de la iniciativa CLPS (Servicios comerciales de carga útil lunar) de la NASA para llevar ciencia y tecnología a la superficie de la Luna, preparando el camino para la exploración humana con el programa Artemisa. El objetivo inicial de la misión era aterrizar en nuestro satélite el 23 de febrero, en Sinus Viscositatis, cerca de las cúpulas volcánicas de Gruithuisen, en el hemisferio norte de la Luna, siendo así la primera vez que una nave espacial aterrizara en esta zona.