El módulo lunar Peregrine se desintegra en su reingreso a la Tierra
Tras su fallida misión a la Luna, la nave de la empresa estadounidense Astrobotic se incendió este jueves al entrar en la atmósfera terrestre. A bordo viajaban diversos instrumentos científicos de la NASA y otras instituciones. Se espera que pocos o ninguno de los restos hayan sobrevivido intactos sobre el océano, en el Pacífico Sur. Esta fue la mejor opción evaluada para que el retorno del módulo no representara un problema de escombros o seguridad. Pese al final, la nave ha funcionado como se esperaba en el espacio, las cargas útiles se han podido encender y comunicarse, e incluso se lograron objetivos científicos
El módulo de aterrizaje lunar Peregrine se desintegró este jueves al adentrase en la atmósfera de la Tierra y cayó sobre el océano Pacífico, diez días después de su lanzamiento y de fallar en su camino hacia la Luna, informó un funcionario de la agencia espacial estadounidense NASA.
Un operario de la estación de seguimiento de la NASA en Canberra (Australia), Richard Stephenson, confirmó la pérdida de señal con Peregrine a las 20:59 GMT, justo cuando ya se había calculado que el módulo regresara a la Tierra al suroeste del archipiélago de Fiji, en el Pacífico Sur. Un día antes, se había seguido la evolución de la nave desde la antena que tiene la agencia espacial estadounidense cerca de Madrid, en Robledo de Chavela.
Una empresa de servicios y vigilancia del espacio, la suiza s2a Systems, también captó desde Australia el encendido de los propulsores de Peregrine en su reentrada en la atmósfera terrestre.
La compañía estadounidense Astrobotic, encargada del módulo, dijo con antelación que estaba evaluando con la NASA la forma más segura de finalizar la misión, para que el retorno de la nave, de 1,9 metros de alto y 2,5 metros de ancho, no representara un problema para los satélites en la órbita terrestre, así como garantizar que no se generaran escombros en el espacio cislunar. Para ello, la estrategia de regreso incluyó quemar el motor principal, lo que minimiza el riesgo de que los fragmentos llegaran a la superficie terrestre. Se espera que pocos o ninguno de sus restos hayan sobrevivido intactos sobre el océano.
Con sentimientos encontrados te compartimos el momento exacto en el que la nave #peregrine y #colmena entraron a la atmósfera de la #tierra y con ello concluyó esta misión.
Estamos muy orgullosos de todo lo que logramos. ¡Ya estamos trabajando en #colmena2! pic.twitter.com/prL4MsMv4B
— Instituto de Ciencias Nucleares UNAM Oficial (@icnunam) January 19, 2024
Cronología del aborto de la misión Peregrine
La Misión Peregrine Uno (PM1) fue lanzada el pasado 8 de enero con éxito en el nuevo y poderoso cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance (ULA) desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, pero a las pocas horas empezó a perder energía. A pesar de que los ingenieros de Astrobotic trabajaron para salvar la misión, el módulo se quedó sin energía para llegar a la superficie lunar y convertirse en la primera nave estadounidense en alunizar desde 1972.
El primer aterrizaje robótico lunar comercial incluía una veintena de cargas de clientes, entre los que se encontraba la propia NASA, con cinco de ellas para estudiar la superficie, la atmósfera y el entorno de radiación de la Luna. Igualmente cinco rovers autónomos en miniatura de la que fue catalogada como la primera misión lunar de México, y otro pequeño vehículo explorador diseñado por estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon, entre muchas otras cargas privadas, incluyendo una con cenizas y cabellos promovida por una compañía fúnebre espacial.
Peregrine era la primera misión del programa CLPS (Servicios comerciales de carga útil lunar) de la NASA para acelerar la ciencia lunar, colocando experimentos dirigidos por la agencia a bordo de módulos de aterrizaje y naves espaciales comerciales para preparar el camino de cara a la futura exploración humana con el programa Artemisa.
La próxima misión del programa se prevé para febrero, cuando Intuitive Machines, con sede en Houston, lance su módulo de aterrizaje Nova-C sobre un cohete SpaceX Falcon 9. Se espera que copias de cuatro de las cargas útiles de la NASA a bordo de Peregrine puedan volar en próximas misiones, incluido el conjunto de retrorreflectores láser, el sistema de espectrómetro de volátiles de infrarrojo cercano, el sistema de espectrómetro de neutrones y el espectrómetro de transferencia de energía lineal. No así el espectrómetro de masas con trampa de iones peregrinos, una colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), desarrollado previamente para la misión Rosetta.
Objetivos científicos alcanzados
Pese a acabar desintegrada, el equipo de control de la misión Peregrine ha trabajado incansablemente estas semanas para estabilizar el vehículo, encender todas las cargas útiles activas y permitir la recopilación de datos. La nave ha estado operando en el espacio durante 10 días que podrían haberse prolongado, aunque Astrobotic tomó la decisión de abortar teniendo en cuenta el estado anómalo del sistema de propulsión y utilizar la capacidad a bordo del vehículo para finalizar la misión de la manera más responsable y segura.
«El hardware, aviónica, software y arquitecturas de sistemas han funcionado como se esperaba en el espacio. Todas las cargas útiles diseñadas para encenderse y comunicarse lo hicieron, e incluso lograron objetivos científicos», afirmaron en una de sus últimas actualizaciones de estado en su perfil de la red social X (antigua Twitter).
«Estoy muy orgulloso de lo que nuestro equipo ha logrado. Es un gran honor ser testigo de primera mano de los heroicos esfuerzos de nuestro equipo de control de misión al superar enormes desafíos para recuperar y operar la nave espacial después de la anomalía de propulsión del lunes. Espero compartir estas y más historias notables después de que concluya el 18 de enero. Peregrine ya nos ha enseñado mucho y me ha dado una gran confianza en que nuestra próxima misión a la Luna logrará un aterrizaje suave», manifestó el director ejecutivo de Astrobotic, John Thornton.
Por su parte, representantes de otra de las cargas útiles a bordo del módulo de aterrizaje lunar, la misión COLMENA de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha calificado como «gran hito» simplemente el encendido correcto de los microrobots en el espacio profundo. Así lo informó el responsable de la misión y jefe del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, Gustavo Medina Tanco, quien señaló que «la misión alcanzó un nivel de éxito del 75 por ciento, aunque no se consiga tener datos científicos de operación sobre el regolito lunar».
El reto del proyecto mexicano es ser pionero en probar el uso de microrobots autónomos en tareas de exploración y minería espacial. «Hoy concluye Colmena con un fin glorioso, pues es el inicio de Colmena 2 que volará a la Luna en 2027, construida sobre los cimientos de esta misión que nos permitió aprender y desarrollar los principios de una tecnología innovadora y formar una generación de jóvenes talentos», añadió Medina Tanco. La UNAM tiene así contempladas al menos dos misiones más, una que se podría enviar en 2027 y otra en 2030.