Málaga reúne a los mayores especialistas en telescopios robóticos autónomos
UMA, Academia Malagueña de Ciencias e Instituto de Astrofísica de Andalucía celebran este semana Astrorob 2023, un congreso internacional sobre telescopios robóticos, lo que ha convertido a Málaga en centro de referencia en el estudio de esta tecnología que permite realizar observaciones en áreas muy diversas de la Astrofísica de forma autónoma. Cerca de 60 ponencias se pondrán sobre la mesa durante estos días, en los que se compartirán ideas y los últimos avances, con especial énfasis en los resultados científicos y técnicos de estos dos últimos años
Los telescopios robóticos permiten estudiar, sin apenas intervención humana, desde objetos en nuestro Sistema Solar -como Plutón– hasta núcleos galácticos, pasando por fenómenos transitorios como las explosiones de rayos gamma y en especial las nuevas fuentes de ondas gravitacionales detectadas desde 2015.
Para avanzar en el uso y desarrollo de estos observatorios «que lo hacen todo», más de ochenta especialistas de 25 países de todo el mundo se reúnen esta semana en Málaga en Astrorob, un congreso científico organizado por la Universidad de Málaga (UMA), el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y la Academia Malagueña de Ciencias.
El encuentro, que se celebra en el Hotel Occidental Torremolinos Playa, se inauguraba este lunes y se desarrollará hasta el viernes. Se trata de la sexta edición de este congreso internacional sobre telescopios robóticos, lo que ha convertido a Málaga en centro de referencia en el estudio de esta tecnología que permite realizar observaciones en áreas muy diversas de la Astrofísica de forma autónoma.
Cerca de 60 ponencias se pondrán sobre la mesa durante estos días, en los que se compartirán ideas y los últimos avances, con especial énfasis en los resultados científicos y técnicos de estos dos últimos años. Asimismo, en el marco del congreso, el próximo jueves, a las 19:30 horas, se celebrará en el Salón de Actos del Rectorado la conferencia ‘La búsqueda de vida extraterrestre’, a cargo del vicedirector de la sede de Texas (EEUU) del Observatorio del Vaticano, Paul Gabor SJ.
«Muchos campos de la Astrofísica se están beneficiando de este tipo de desarrollos, que permiten instalar telescopios en lugares remotos como la Antártida», ha destacado el profesor de investigación del IAA y organizador del congreso, Alberto J. Castro-Tirado, que también es co-responsable por parte del IAA-CSIC de la Unidad Asociada al CSIC del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Málaga, junto el profesor de la UMA Carlos Pérez del Pulgar.
Red global de telescopios robóticos
Castro-Tirado es responsable de la red de telescopios robóticos BOOTES, que cuenta con dos observatorios en Andalucía, uno de ellos en el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM/UMA-CSIC) La Mayora en Algarrobo-Costa, y cinco fuera de España (Nueva Zelanda, China, México, Sudáfrica y Chile), red con la España se convirtió este año en el primer país en desplegar una red global en todos los continentes.
La mencionada infraestructura del CSIC con participación muy activa de la UMA, ilustra algunas ventajas de este tipo de telescopios, por ejemplo, para el estudio de explosiones de rayos gamma y de las ondas gravitacionales que se producen durante la fusión de una pareja de agujeros negros o de estrellas de neutrones en galaxias remotas. Así, los instrumentos se hallan en comunicación constante con satélites espaciales, que identifican en primer término el fenómeno a observar. Cuando los telescopios robóticos reciben la información apuntan directamente hacia él y realizan el seguimiento.