En pocos territorios como en la Luna se producen tantas batallas encarnizadas entre realidad y fantasía. Lunáticos, brujas y hombres lobo conviven en nuestro imaginario con las rocas lunares, los calendarios, las mareas y las proezas tecnológicas que lograron llevar a una docena de privilegiados a ver sus huellas eternizarse sobre el polvo de su superficie. Johannes Kepler, famoso entre los astrónomos, hizo un viaje imaginario a la Luna en cuatro horas, la duración de un eclipse lunar, y solo necesitó una manta para cubrirse la cabeza. Antes habían llegado Luciano de Samósata en barco, Dante en una nube o Astolfo en un hipogrifo. El noble sevillano Domingo González llegó con una bandada de gansos, y aunque el fabuloso barón de Munchausen la visitó más de una vez, no fue ni será el único en hacerlo propulsado por los únicos combustibles que parecen no agotarse nunca, la curiosidad y la imaginación. Siempre hemos querido tocar la Luna y lo hicimos realidad hace 50 años. ¿A dónde nos llevará el próximo viaje?

Eva Villaver, es profesora en el Departamento de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid donde compagina su labor docente con la investigación y la divulgación. Comenzó su carrera científica en el Instituto de Astrofísica de Canarias y posteriormente se incorporó al Instituto Científico del Telescopio Espacial Hubble, por la NASA y ESA. Recibió el premio a la mejor tesis doctoral por la Sociedad Española de Astronomía y obtuvo una prestigiosa beca de investigación Europea IRG del programa Marie Curie. Recibió un premio especial de la dirección del Hubble por la recuperación de operaciones tras el fallo de las cámaras. Tiene más de doscientas publicaciones científicas y es autora del libro Las mil caras de la Luna.