La observación de estrellas fugaces es muy sencilla, se puede realizar a simple vista y no necesita ayuda de instrumentos ópticos, por lo que es ideal para iniciarse en la astronomía. Pero ¿Cómo aprovechar al máximo una lluvia de estrellas? En este artículo daremos algunas pinceladas para una buena observación.

1. Es necesario informarse con antelación sobre la lluvia que queremos observar y, sobre todo, acerca del periodo de actividad, fecha del máximo y la posición aparente del cielo de donde partirían, lo que denominamos radiante.
2. Se recomienda escoger la fecha de observación teniendo en cuenta la proximidad a la fecha del máximo, y el calendario lunar, evitando días que coincidan o sea cercanos a la luna llena.
3. También hay que elegir el lugar de observación teniendo en cuenta que será a simple vista, por lo que necesitamos un paraje lo mas oscuro y libre de obstáculos posible.
4. Preparativos de la observación: es conveniente proveerse de una tumbona o hamaca. Es preciso situarse mirando a la dirección del radiante, pero no centrar la vista en él. Hay que mirar a un punto que esté separado de él al menos unos 20 grados y que esté, como mínimo, a 30 grados sobre el horizonte. Se recomienda llevar ropa de abrigo o algo para cubrir el cuerpo, ya que, al estar a la intemperie e inactivo, nos podemos enfriar. No se deben utilizar luces, ni móviles, ni linternas (se podría usa, en caso de necesidad, linterna de luz roja). Se debe acomodar la vista a la oscuridad al menos de 10 a 15 minutos.
5. Después de estos preparativos ya estaremos en las mejores condiciones para captar el máximo de estrellas fugaces posible. Si la observación se prolonga, sería conveniente cambiar nuestro punto de observación, ya que el cielo gira. Escogeremos el nuevo punto según las recomendaciones dadas en cuanto a los preparativos de la observación (punto 4), procurando situarnos a la máxima altura posible sobre el horizonte.

Fotografía de Luis María Moguer Hidalgo.