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¿Qué diferencia hay entre solsticio y equinoccio?

Autoría: Patricia Pérez

Asesoría científica: David Galadí / Asesor científico de El Séptimo Cielo - Tomás Ruiz Lara (@owl_astro)

equinoccio , solsticio

Mes a mes el Universo nos brinda espectáculos inigualables. Eclipses, lluvias de estrellas, acercamientos de cometas que nos pueden dejar con la boca abierta… Sin embargo, hay otros fenómenos que, no siendo llamativos desde un punto de vista observacional o estético, están llenos de magia, sobre todo si tenemos en cuenta que se conocen desde la antigüedad y que se pueden observar a simple vista en el cielo que nos rodea. Algunos de estos fenómenos son, sin ninguna duda, los solsticios y equinoccios, momentos del año que no pasan desapercibidos, ya que vienen acompañados por un cambio de estación. Pero, ¿cuál es la diferencia entre los solsticios y los equinoccios?

Para responder a esta pregunta habría que recordar cuáles son los dos movimientos más conocidos de la Tierra: el de traslación y el de rotación.  El movimiento de traslación es el que realiza la Tierra alrededor del Sol en un plano imaginario al que llamamos eclíptica. Nuestro planeta describe una órbita elíptica y en uno de sus focos está el Sol, como indica la primera ley de Kepler.

Trayectoria aparente del sol en el cielo del hemisferio norte

Trayectoria aparente del sol en el cielo del hemisferio norte.

Otro de los movimientos más importantes de la Tierra es el de rotación. Este movimiento se realiza en torno a un eje que no es perpendicular a la eclíptica, está inclinado 23 grados y medio. Esta inclinación es la que causa las estaciones y determina que varíen las horas de sol que se reciben en un punto determinado de su superficie a lo largo del año. también responde a por qué la puesta de Sol en el oeste realiza una trayectoria norte-sur a lo largo de las estaciones.

Como consecuencia surgen cuatro instantes especiales dentro de la órbita terrestre. Cuando las horas de luz y oscuridad son iguales, estaremos en los llamados equinoccios, que se sitúan aproximadamente el 20 de marzo y el 22 de septiembre. Cuando la diferencia entre las horas de luz y oscuridad es máxima, estaremos en los solsticios, que ocurren en torno al 21 de junio y el 21 de diciembre. El número de horas de luz determinará qué solsticio tiene lugar.

Equinoccios de primavera y otoño

En ambos fenómenos la declinación del Sol es cero, de ahí la palabra equinoccio, que proviene del latín aequinoctium (aequus nocte), que viene a decir «noche igual». Durante esos días, en cualquier lugar del planeta, el astro rey estará doce horas por encima del horizonte y otras doce por debajo.

Los equinoccios se intercambian en ambos hemisferios. Así, en el norte el 20 de marzo se produce el equinoccio de primavera, y el 22 de septiembre el equinoccio de otoño. En cambio, para un observador del hemisferio sur, el 20 de marzo se va pasando del verano al invierno y tiene lugar el equinoccio de otoño, mientras que el 22 de septiembre el invierno va dejando su sitio al verano y sucede el equinoccio de primavera.

Como consecuencia de estos fenómenos, el equinoccio de marzo trae en el hemisferio norte amaneceres más tempranos, atardeceres más tardíos, vientos más suaves y plantas brotando. Con la estación invertida, aquellos al sur del ecuador experimentan amaneceres más tardíos, puestas de sol más tempranas, vientos más fríos y hojas secas y caídas.

En el caso del equinoccio de septiembre, el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. A partir de entonces en el hemisferio norte da comienzo el otoño. El día se irá acortando cada vez más. El Sol saldrá por las mañanas un poco después que el día anterior y por la tarde se pondrá antes, siendo el acortamiento especialmente apreciable por las tardes. En definitiva, en estos días el tiempo en que el astro rey está por encima del horizonte se reduce en casi tres minutos cada día. En tan sólo una semana perdemos casi 20 minutos de luz, todo lo contrario que en el hemisferio sur, donde los días cada vez serán más largos, con más horas de luz solar.

Evolución anual de la cantidad de horas de Sol y noche en Andalucía.

Evolución a lo largo del año de la cantidad de horas de Sol y noche en Andalucía (izquierda) así como trayectoria del Sol en un día típico cercano a los Solsticios de Verano (junio) e Invierno (diciembre) y los equinoccios (etiquetado como marzo). Gráfico: Tomás Ruiz Lara

Solsticios de verano e invierno

Sin embargo en los solsticios, el Sol se encuentra en el cenit al mediodía sobre los paralelos terrestres denominados trópicos. En las proximidades de los solsticios parece que el Sol apenas se moviera respecto a las estrellas, de ahí su nombre en latín solstitium, que quiere decir «Sol quieto».

Como consecuencia, el 21 de junio es el día con más horas de luz para los habitantes del hemisferio norte, que celebran el solsticio de verano. Los rayos del Sol inciden de forma más vertical en estas latitudes y la temperatura ambiente es más cálida. Ocurre lo contrario en torno al 21 de diciembre: las horas de luz alcanzan el mínimo, los rayos del Sol inciden más oblicuos y la temperatura ambiente desciende; es el solsticio de invierno.

En el hemisferio sur ocurre justo lo contrario: el 21 de diciembre se inicia el verano y la cantidad de horas de insolación llega al máximo. Por su parte, 21 de junio es el solsticio del invierno austral, y las horas de sol alcanzan el mínimo.

Evolución temporal de la altura del Sol respecto al horizonte.

Evolución temporal de la altura del Sol respecto al horizonte. Mostramos la altura a las 12 horas (TU) de cada día (izquierda) así como la evolución de la posición del Sol en el cielo (derecha). Los puntos claritos simbolizan las posiciones del Sol a lo largo de todo el año. Los puntos naranjas representan las posiciones del Sol durante este mes de febrero. Las fechas del último y primer punto están indicadas en la gráfica en rojo. Gráfico: Tomás Ruiz Lara

¿Por qué no coinciden cada año los equinoccios y solsticios?

Los días y las horas de los equinoccios y solsticios no coinciden todos los años. La razón es que el calendario anual debe contener un número exacto de días, mientras que el año solar no cumple ese requisito. Así, el calendario va realizando ajustes que hacen que el inicio de las estaciones cambie de forma ligera de año en año.

A este hecho se suma el que los demás movimientos de la Tierra, especialmente el denominado precesión, también causan variaciones en los momentos exactos de los equinoccios o solsticios. Por ejemplo, para los próximos solsticios de invierno, entre los años 2000 y 2050, la fecha más temprana es el 21 de diciembre a las 1.02 horas y la más tardía, el 22 de diciembre a las 6.08 horas.

*Imagen portada: adaptado de Meteored/tiempo.com

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