En marcha la primera Carta Mundial de Basura Cero en el espacio
La iniciativa, presentada en el marco de la Semana Espacial Europea que se celebra en Sevilla, forma parte de un ambicioso proyecto de la Agencia Espacial Europea para limitar significativamente la producción de desechos en las órbitas terrestre y lunar para 2030 en las futuras misiones, programas y actividades en el espacio. Más de 40 organizaciones han participado activamente en el desarrollo de la regulación que ya está lista para la firma por parte de cualquier entidad comprometida con la sostenibilidad espacial
En los últimos años se han lanzado más satélites que en las seis décadas enteras de exploración espacial. Una vez a la semana, un satélite o un cohete vuelve a entrar sin control en nuestra atmósfera. 130 millones de desechos espaciales de tamaño superior a un milímetro orbitan la Tierra, lo que congestiona el espacio y pone en peligro la seguridad de los instrumentos activos ahora y en el futuro. De ahí la necesidad de una regulación al respecto.
Tras una década de trabajo, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha creado la Carta de Basura Cero, su propia regulación interna para limitar significativamente la producción de desechos en las órbitas terrestre y lunar para 2030 en las futuras misiones, programas y actividades.
Esta iniciativa global se ha presentado durante la Cumbre Espacial Europea que se celebra esta semana en Sevilla, coincidiendo con la presidencia española del Consejo de la Unión Europea (UE). Se pone así de relieve el papel de Sevilla y, por ende, de Andalucía, como referente en toda Europa desde hace décadas por su contribución a la ciencia y la innovación en materia espacial. No en vano, la capital hispalense fue elegida hace casi un año como sede de la Agencia Espacial Española (AEE), además de asumir en 2024 la presidencia de la Comunidad de Ciudades Ariane (CVA), una asociación de ciudades y empresas europeas con intereses comunes en materia espacial.
La Cumbre de Sevilla abre el periodo de adhesión
La exploración espacial es un esfuerzo global para el beneficio común de la humanidad, y la sostenibilidad a largo plazo del espacio requerirá acción y cambio por parte de todos los actores implicados. De ahí que el objetivo de la ESA sea que todas las entidades espaciales firmen la Carta de Basura Cero. La Cumbre Espacial de Sevilla marca la apertura del periodo de adhesión a este estándar interno.
«A medida que la infraestructura espacial se ha convertido en la columna vertebral de nuestra sociedad moderna, la proliferación de desechos espaciales amenaza nuestra forma de vida. Ahora es el momento de actuar como comunidad para canalizar nuestros esfuerzos colectivos», afirmó el director general de la ESA, Josef Aschbacher.
En 2022, fueron los propios estados miembros de la ESA los que solicitaron a la agencia a implementar «un enfoque Cero Desechos para sus misiones; y alentar a los socios y otros actores a seguir caminos similares». Como consecuencia, la ESA se está sometiendo a una profunda transformación interna para mitigar la producción de basura espacial y poner remedio a la ya existente para 2030.
La Carta Basura Cero será la primera iniciativa de este tipo que reúna a la mayor variedad de actores espaciales de todo el mundo, con el objetivo conjunto de no crear más desechos y hacer posible la sostenibilidad a largo plazo de estas actividades. Más de 40 organizaciones han participado activamente en el desarrollo de una regulación que acabó de redactarse el pasado mes de octubre y que ya está lista para la firma por parte de «cualquier entidad que demuestre un fuerte compromiso con el avance de la seguridad y la sostenibilidad espacial», ha explicado Quentin Verspieren, coordinador de Protect Accelerator.
«Basándonos en un borrador propuesto por la ESA, hemos analizado, debatido y reescrito cada línea de la Carta a través de un proceso totalmente abierto y colaborativo. Más allá de haber conseguido un documento tan ambicioso en un tiempo récord, nuestros intercambios revelaron un fuerte consenso en Europa y más allá sobre la necesidad de mejorar las prácticas existentes de seguridad y sostenibilidad espacial», añadió Verspieren.
Esta alianza será solo el comienzo, el punto de partida de una serie de actividades colectivas ambiciosas que desarrollarán las tecnologías y las políticas necesarias para hacer realidad el objetivo de residuos cero.