Nuestro satélite natural vuelve a ser protagonista este fin de semana. Tras la celebración de la Noche Internacional de Observación de la Luna el pasado 21 de octubre, una propuesta ideal para congregar a personas de todo el mundo en un mismo momento para contemplar, apreciar y conocer mejor el objeto más brillante de nuestro cielo, llega este sábado 28 un eclipse lunar.

Octubre ha sido el mes de los eclipses visibles desde España en este año 2023. Al eclipse solar del día 14, que fue anular en América, aunque en nuestro país solo se pudo apreciar como parcial en las Islas Canarias más occidentales y con magnitudes muy bajas, se suma ahora este sábado uno lunar. Sin embargo, en este caso también será parcial y de muy baja magnitud.

Las previsiones meteorológicas apuntan a cielos con intervalos nubosos o poco nubosos en Andalucía, por lo que puede ser otra buena oportunidad, aunque sea de pequeño tamaño, para interesarnos por el fenómeno que más cambios drásticos produce en la apariencia de los dos objetos más grandes de nuestro cielo: el Sol y la Luna.

¿Cómo se produce un eclipse lunar?

El término eclipse se aplica indistintamente a dos fenómenos, en realidad muy distintos, provocados por la posición del Sol como emisor luminoso, y de la Tierra y la Luna, cuerpos opacos que interceptan la luz solar. Concretamente el eclipse lunar se produce por el paso de nuestro satélite entre la Tierra y el Sol en fase de plenilunio. La Tierra impide que la luz del Sol llegue hasta la Luna, generando un cono de sombra que la oscurece.

Los eclipses lunares se clasifican en totales, parciales y penumbrales. Imagen: IGN

Debido al tamaño angular de nuestro astro rey, la sombra que proyecta el planeta consta de dos zonas: la umbra y la penumbra. En la umbra no existe radiación solar directa, mientras que en la penumbra esta radiación es bloqueada solo parcialmente. Por ello los eclipses lunares se clasifican en totales, parciales y penumbrales.

Un observador dirá que ha visto un eclipse total cuando la Luna se haya situado completamente en la zona umbral. En estos casos la atmósfera terrestre refracta la luz solar hacia el cono de sombra, lo que causa el color rojizo tan peculiar de estos fenómenos. Cuando solo pase una parte del satélite por esa sombra será parcial, como ocurrirá este sábado. En cambio, si la Luna atraviesa la penumbra, el eclipse será penumbral, y solo se producirá un sutil oscurecimiento en la superficie lunar.

El plano por el que orbita la Luna alrededor de la Tierra está inclinado cinco grados respecto al plano por el que orbita la Tierra alrededor del Sol. Este es el motivo por el que los eclipses se dan muy pocas veces a lo largo del año, dado que requieren del alineamiento casi perfecto de los tres astros.

A diferencia de los eclipses solares, que pueden ser vistos solo desde una parte relativamente pequeña de la Tierra y duran unos pocos minutos, un eclipse lunar se observa desde cualquier lugar de nuestro planeta donde la Luna se encuentre por encima del horizonte a la hora del fenómeno. Además, mientras en los eclipses de Sol el horario de las distintas fases depende de la posición geográfica del observador, en los lunares será el mismo con independencia de la ubicación.

¿Cuándo y cómo podremos ver el eclipse del 28 de octubre?

Según el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), el fenómeno será visible como parcial en toda España. De hecho, se podrá ver en alguna de sus fases en el resto de Europa, Asia, Oceanía, África y América Oriental.

Desde la web del Observatorio Nacional se puede consultar la evolución del eclipse en cada capital de provincia. Imagen: IGN

A las 21:35 hora oficial peninsular la umbra de la Tierra comenzará a tapar lentamente la superficie lunar, llegando a su máximo a las 22:14, momento en que la magnitud (fracción del diámetro oculto por la sombra de la Tierra respecto al diámetro total de la Luna) será tan sólo 0.12. Parecerá, por tanto, como si a la Luna le hubieran dado un pequeño “mordisco” en la parte inferior derecha. A partir de entonces la sombra irá disminuyendo hasta las 22:53 horas, cuando veremos de nuevo nuestro satélite brillar en plenilunio.

En el caso de los eclipses lunares, dado que el observador solo mira la luz del Sol, ya atenuada por la atmósfera de la Tierra, reflejándose en la Luna, no comporta ningún riesgo para los ojos, como sí ocurre en los eclipses solares.

Además será visible desde cualquier zona, siempre que la meteorología lo permita, aunque siempre es recomendable buscar un lugar oscuro para contemplarlo mejor. Se podrá admirar a simple vista, pero la experiencia mejorará con unos prismáticos o con telescopio. En el Planetario de Serón (Almería) han preparado una actividad especial para familias con niños de cualquier edad.

Quienes tengan la oportunidad de contar con un telescopio para la observación del eclipse podrán apreciar el avance de la umbra tapando la superficie lunar y sus detalles orográficos, magnificando la profundidad de las paredes de los cráteres o la altura de las cadenas montañosas. Detalles imposibles de contemplar en cualquier otro momento de Luna llena pues, al coincidir el terminador con el limbo, nuestro satélite se muestra prácticamente plano.

El brillo del plenilunio impedirá además observar otras curiosidades del cielo de otoño, sobre todo teniendo en cuenta que el disco lunar alumbrará el cielo durante toda la noche, hasta el amanecer. Puede ser una buena oportunidad para detenerse en ciertos rasgos que destacan mejor en esta fase, en especial los sistemas de rayos que parten de los cráteres de impacto más recientes. En nuestra guía de Astronomía para principiantes dedicada a la observación lunar con telescopio se recogen los más destacados.

En el momento de máxima magnitud del eclipse parecerá como si a la Luna le hubieran dado un pequeño “mordisco”. Imagen: Janofonsagrada / Flickr

¿Cuándo ocurrirán los próximos eclipses lunares?

Normalmente estos fenómenos se acompañan, es decir, uno se produce media lunación después que el otro, por lo que cada año hay al menos dos eclipses solares y dos lunares. En muchos casos son parciales (o incluso penumbrales solo en los de Luna), y visibles desde una fracción de la superficie terrestre, por lo que pasan desapercibidos en nuestro territorio.

Actualmente se pronostican con gran nivel de precisión, y existen sitios web especializados como Time and Date que avanzan datos de estos eventos para los próximos 10 años. En español también detallan efemérides astronómicas de este tipo en el portal del OAN, donde en el caso del eclipse de este sábado se puede obtener además la secuencia tal como se verá desde cada capital del país, con los tiempos expresados en hora oficial.

Previamente, el último eclipse lunar parcial visible desde España ocurrió el 19 de noviembre de 2021, siendo el más largo de todo el siglo. Más tarde, durante la noche del 16 de mayo de 2022 se pudo observar el último total, aunque en nuestro país hubo que madrugar. Para el próximo eclipse lunar habrá que esperar hasta el 25 de marzo de 2024, y será de tipo penumbral. Ya en 2025 volverán a ser totales, el 14 de marzo y el 7 de septiembre.

Luna del cazador y cambio de hora

Para quienes, pese a las condiciones, quieran disfrutar de la observación astronómica hasta largo podrán contar con una hora más, gracias al tradicional cambio de hora que tiene lugar el último domingo de octubre. Y es que, aunque tanto el Parlamento Europeo como la Comisión se han pronunciado a favor de eliminar los cambios de hora en el futuro, todavía no existe una decisión definitiva al respecto. Por ello, durante 2023, en la madrugada del sábado al domingo 29, a las 3 de la madrugada hora peninsular volveremos a retrasar los relojes una hora para marcar las 2. En Canarias, las 2 de la madrugada pasarán a ser la 1.

Otra curiosidad astronómica de este fin de semana es que a la protagonista de la noche, la Luna llena de octubre, se la conoce como Luna del cazador, siguiendo el Almanaque de los agricultores. Si el anterior plenilunio, el 29 de septiembre, la última Superluna del año se conoce como Luna de cosecha, esta del 28 de octubre será la del cazador porque coincide con la época en que antiguamente se salía de caza, tras recoger las últimas cosechas, para abastecerse de cara al invierno. “Con la caída de hojas y el ciervo cebado, llega la época de cazar”. Sea como fuere, cualquier excusa es buena para disfrutar de nuestra querida Luna.